La única nave que se encarga de vender combustible a los buques que anclan en la Zona Alfa, está embargada por la Justicia a pedido de Ducsa por una deuda impaga. El gobierno impulsa en el Parlamento la caída del monopolio de Ancap en los puertos nacionales bajo el argumento de que la petrolera estatal no tiene capacidad ni interés de producir el fuel oil necesario para abastecer a los barcos que llegan a aguas territoriales. Además de esta cuestión estratégica, la única nave que se encarga de vender combustible a los buques que anclan en la Zona Alfa, un área de fondeo y servicios, está embargada por la Justicia a pedido de Ducsa (Distribuidora Uruguaya de Combustibles S.A.) por una deuda impaga. En el año 2014, Ducsa, empresa subsidiaria de Ancap, pidió el embargo del buque tanquero OW Baltic por una deuda de US$ 5.057.733 más intereses, “por concepto de cobro de pesos por consumos de combustible bunker”, sostiene un informe de los abogados de Ducsa al que accedió El País. A su vez, un fallo judicial estableció como medida cautelar la prohibición que el buque salga de aguas jurisdiccionales uruguayas. “Con fecha 25 de octubre de 2019 se procedió a la reinscripción del embargo con prohibición de abandonar las aguas de la República del buque Ow Baltic ante la Escribanía de la Marina. Conforme a lo previsto en el art. 11 de la Ley 18.803 sobre embargo de buques, la nueva fecha de caducidad de la inscripción es el 25 de octubre de 2024”, expresa el informe de la asesoría letrada. La empresa apeló “el arresto” del buque, como se le llama técnicamente a la prohibición de salir del país, pero el 8 de junio de 2020 el juzgado “hizo lugar a la nueva medida de arresto, decretándose en modalidad de prohibición de abandonar las aguas jurisdiccionales”. De toda maneras, las empresas propietarias del barco han presentado durante estos años varios recursos de apelación, que siguen tramitándose. La deuda impaga y la situación del único barco que carga en la refinería de La Teja y vende el combustible a los buques en la zona Alfa del Río de la Plata son mencionadas por el vicepresidente de Ancap, Diego Durand, como algunas de las razones que justifican el cambio normativo impulsado desde el Parlamento. Cabe recordar que la comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de Diputados aprobó en la madrugada del jueves un artículo establece que “el monopolio” de Ancap, consagrado por ley en 1931, “no regirá en el puerto de Montevideo ni en cualquier otro puerto propiedad u operado por la Administración de Puertos”. “El monopolio no se perdió”, dice Durand, porque “ya no lo teníamos en el pasado por razones comerciales en la administración anterior”, agrega, en referencia a que el buque Ow Baltic ya vende en los hechos fuel oil a las embarcaciones a un precio superior al del mercado, por los costos de intermediación. “Problemas de gestión llevaron a estos inconvenientes”, sostiene el vicepresidente de Ancap, y agrega que “una mayor apertura permitiría que barcos que cargan en Argentina vengan a Uruguay”. En el puerto de Montevideo llegaron a operar cinco barcos como intermediarios entre la refinería de La Teja y las embarcaciones que aparcan en la zona Alfa, pero hoy solo queda el Ow Baltic, que además de surtir a barcos graneleros, lleva el combustible hasta las dos plantas procesadoras de celulosa que operan en el país: UPM en Fray Bentos y Montes del Plata en Conchillas.
Riesgo
El acuerdo inicial con la empresa danesa OW Bunker lo firma Ancap en 2012, pero en noviembre de 2014 el grupo danés se declara en quiebra internacional debido a una operación fraudulenta en la filial de Singapur, lo que hace que también afecte a la filial que operaba en Uruguay. Esa situación genera una deuda superior a US$ 5 millones. En ese momento, legalmente se toma el camino de tratar de cobrar los créditos a los armadores, en lugar de ir al concurso que se celebraba en Dinamarca. De esa manera, Ancap cobra US$ 1.3 millones a Repsol y Ponant y realiza juicio a otros armadores. Ducsa resuelve entonces embargar el buque y arrestarlo para que no salga del país, pero entonces los abogados detectan que también tiene una hipoteca en Panamá, por lo que el barco no sería nunca recuperable como parte de pago. https://www.elpais.com.uy/