Asunción, Paraguay – En una entrevista exclusiva con Paraguay Fluvial y Magazine 360 en la 1330 AM, el presidente del Comité Permanente de Transporte de la Cuenca del Plata (CPTCP), Diego Azqueta, abordó temas clave para el futuro de la Hidrovía Paraguay-Paraná, resaltando que la carga debe ser el centro de la planificación logística y el desarrollo fluvial en la región.
Durante la conversación, Azqueta destacó la importancia de avanzar hacia un sistema de navegación más eficiente y seguro, aprovechando las ventajas naturales del río y apostando por una mayor integración regional.
La concesión no es cesión del río, sino de su mantenimiento
Azqueta explicó que, en países como Brasil, existen numerosos ríos navegables que aún no han sido concesionados. Sin embargo, dejó en claro que la concesión no implica ceder soberanía sobre el río, sino asegurar su mantenimiento para mejorar la navegabilidad. Uno de los casos más emblemáticos es el Canal Tamengo, paso clave para las cargas bolivianas, donde se espera que el proceso de concesión mejore significativamente las condiciones de navegación.
Canal natural vs. canal artificial: el caso argentino
Sobre el tramo argentino de la hidrovía, Azqueta fue contundente: “La Argentina decidió generar un canal artificial hace muchos años, pero ese no es el camino que necesitamos”. El dirigente explicó que el canal natural generado por la propia fuerza del río Paraná ofrece, en la mayoría del año, condiciones óptimas para la navegación, y que el enfoque debe centrarse en aprovechar ese cauce natural.
Lo positivo, resaltó, es que el diálogo con Argentina se ha retomado, y que existe una mesa de trabajo en marcha para buscar puntos en común.
Restricciones a los convoyes: una barrera artificial
Azqueta criticó las restricciones impuestas al tamaño de los convoyes en ciertos tramos del río. Actualmente, se permite la navegación de convoyes de 390 metros de eslora por 65 de manga en Paraguay, Brasil y parte de Argentina, pero no más allá de Rosario. Esto obliga a fraccionar los convoyes sin un justificativo técnico suficiente, generando sobrecostos y pérdida de eficiencia.
“La navegación con convoyes grandes es segura, siempre que se respeten las condiciones técnicas y se usen embarcaciones apropiadas”, afirmó.
Un espacio institucional para el diálogo, pero con deudas pendientes
Azqueta recordó que el Comité Intergubernamental de la Hidrovía —creado hace más de 30 años e integrado por Brasil, Paraguay, Argentina, Uruguay y Bolivia— brinda el marco político e institucional para discutir todos estos temas. Sin embargo, reconoció que los países de la región no han sido suficientemente efectivos en el diálogo, priorizando muchas veces imponer ideas en lugar de buscar consensos.
La carga como eje del desarrollo logístico
Uno de los puntos más destacados de la entrevista fue su insistencia en que la logística debe comenzar con la carga y no con la flota. “La pregunta clave es: ¿tenemos carga? Si la respuesta es sí, entonces debemos generar el transporte más eficiente posible”, expresó.
Puso como ejemplo la soja paraguaya, apreciada a nivel mundial, que actualmente se transporta a Argentina para su procesamiento. También mencionó la alta calidad del mineral de hierro de Bolivia y Brasil, y la necesidad de una logística fluvial eficiente para llegar a los mercados más lejanos como China.
Paraguay, proveedor logístico regional
Azqueta ve en Paraguay una gran oportunidad: posicionarse como proveedor de servicios logísticos para los países vecinos, especialmente Argentina, que —según sus palabras— no cuenta hoy con la flota, la tripulación ni los servicios suficientes para atender su creciente necesidad de transporte fluvial.
El reciente Decreto 340 de Argentina, centrado en mejorar la eficiencia del transporte de cargas, puede abrir nuevas puertas a la cooperación regional, siempre y cuando no se restrinja la participación de quienes ya cuentan con capacidad instalada, como Paraguay.
Una hidrovía con potencial para duplicar el volumen actual
Actualmente, se transportan entre 25 y 30 millones de toneladas anuales por la Hidrovía. Sin embargo, Azqueta aseguró que, con una logística más eficiente y sin barreras artificiales, ese volumen podría duplicarse fácilmente. «Brasil y Bolivia tienen un enorme potencial, y muchas cargas argentinas aún no utilizan el río», sostuvo.
El río como oportunidad de desarrollo regional
“El transporte es secundario. Primero están las cargas. Si tenemos las cargas, entonces tenemos que darles el servicio que necesitan”, resumió Diego Azqueta. En su visión, la hidrovía no es solo un corredor fluvial, sino una herramienta estratégica para el desarrollo económico y la integración regional, que puede y debe ser aprovechada al máximo.
