Pocas horas antes de levantar las copas para despedir al 2022, el gobierno argentino procedió a instrumentar de manera unilateral el cobro de un peaje de 1,47 dólares por tonelada al transporte de cabotaje que circule por el tramo Puerto de Santa Fe-Confluencia de la Hidrovía del Paraná, que es por donde pasan las barcazas con soja paraguaya que luego se embarcan en terminales portuarias de la zona de influencia de Rosario.
El costo del nuevo peaje, tal como sucede con la tarifa de 3,06 dólares por tonelada de registro neto embarcada en el tramo inferior del Paraná, debe ser descontado por las empresas exportadoras del precio de la soja recibido por los productores paraguayos, lo que implica que se transformó, en los hechos, en una “retención” aplicada por un país a otro del Mercosur.
Funcionarios del gobierno paraguayo realizaron distintos reclamos diplomáticos y administrativos ante el gobierno argentino con el propósito de desactivar la medida, pero no tuvieron éxito alguno. La semana pasada el propio presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, viajó a la ciudad de Buenos Aires para pedirle personalmente a su par argentino, Alberto Fernández, que interceda para exceptuar a las embarcaciones paraguayas del nuevo peaje.
¿Y qué pasó esta semana? La Administración General de Puertos (AGP) de la Argentina ya comenzó a enviar las primeras facturas a las empresas navieras paraguayas con el pretendido cobro del peaje de 1,47 dólares por tonelada transportada.
Mario Aníbal Romero Lévera, gerente General del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (CAFYM), indicó en declaraciones realizadas a Unicanal que no piensan abonar una sola de tales facturas, las cuales están siendo remitidas al Ministerio de Relaciones Exteriores guaraní para que inicie los reclamos correspondientes en la Cancillería argentina.
La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) estima que el sobrecosto generado por el peaje para el comercio exterior del país sería de unos 40 millones de dólares anuales. Se trata de una cifra que, para una nación pequeña como Paraguay, es mucho dinero.
Debido al desastre climático ocurrido en la Argentina, este año el país deberá importar varios millones de toneladas de soja paraguaya, lo que implicaría que el peaje generaría una recaudación millonaria para la AGP a costa –claro– de recursos que al final del día terminarían siendo aportados por los productores paraguayos.
Fuente: bichosdecampo.com