La abogada Marisol Correa analiza en Paraguay Fluvial & Logística – PFL Media y Magazine 360 el alcance jurídico y operativo de una figura clave para proteger vidas y embarcaciones en los ríos Paraná y Paraguay.

La seguridad en la navegación fluvial no depende solo de tecnología, tripulaciones entrenadas o políticas de mantenimiento. Existe también un andamiaje jurídico histórico que sostiene, desde el silencio, la cooperación entre navegantes. Uno de esos pilares es el instituto de Asistencia y Salvamento, una figura del derecho marítimo que cobra especial relevancia en la Hidrovía Paraguay–Paraná, donde miles de embarcaciones transitan cada año en condiciones exigentes.
En conversación con Paraguay Fluvial & Logística – PFL Media y Magazine 360, la abogada Marisol Correa, del estudio Correa Venturini, desglosó los aspectos esenciales de este instituto en el derecho argentino, sus diferencias con el remolque, cómo intervienen los seguros marítimos y por qué su correcta aplicación puede significar la diferencia entre la pérdida total y la preservación del patrimonio fluvial.
Una figura histórica del derecho marítimo explicada desde la práctica
“La Asistencia y Salvamento es un mecanismo jurídico propio del derecho marítimo que no existe en el derecho común. Surge para resolver situaciones concretas de navegación, donde un buque presta ayuda a otro en peligro con un resultado útil y con el consentimiento del capitán de la nave auxiliada”, explicó la Dra. Correa durante la entrevista.
La especialista remarcó que no todo auxilio califica como asistencia o salvamento. Existen tres elementos indispensables:

Existencia de un peligro real o potencial.
Un resultado útil, es decir, que efectivamente se logre preservar vidas o bienes.

Consentimiento del capitán de la embarcación en peligro.
Cuando estos factores se cumplen, la figura se activa y habilita el derecho del buque asistente a cobrar un salario de asistencia o salvamento, siempre dentro del marco legal argentino.
¿Cuándo se considera que existe asistencia o salvamento?
Consultada sobre los criterios para determinar si una maniobra puede ser considerada una asistencia, Correa señaló que “cada caso debe analizarse en concreto. La ley es enunciativa y no taxativa”.
La activación de la asistencia suele comenzar con la solicitud de auxilio, generalmente comunicada a la Prefectura Naval Argentina, que coordina la maniobra priorizando la participación del buque más cercano. El objetivo es claro: preservar vidas humanas, proteger la embarcación y minimizar pérdidas de carga y flete.
Sin embargo, la experta aclaró que no cualquier embarcación a la deriva tiene derecho a reclamar una remuneración. La clave vuelve a ser la existencia de un peligro cierto.
Diferencias con el remolque: una línea delgada, pero determinante
Una de las consultas más habituales en el ámbito fluvial regional –donde los remolques son cotidianos– es cómo distinguir un remolque ordinario de una asistencia o salvamento.
Según la Dra. Correa, la diferencia es mínima pero fundamental: Si existe peligro antes o durante la operación, se trata de asistencia o salvamento.
Si no existe peligro, es simplemente un contrato de remolque.
Además, la acción debe ser extraordinaria y no formar parte de las tareas habituales del servicio de remolque. Esta distinción, aunque técnica, tiene implicancias económicas, operativas y legales para armadores, tripulaciones y aseguradoras.

Un instituto basado en la solidaridad entre navegantes
Correa recordó que la razón de ser de este mecanismo es evitar el lucro indebido y reforzar la solidaridad entre actores de la navegación.
“Cuando se salvan vidas humanas, no procede el cobro del salario. La asistencia gratuita a las personas refleja el fin social del instituto”, puntualizó.
En cambio, cuando se salvan bienes materiales, la ley prevé una remuneración que nunca puede superar el valor de lo salvado.
Reclamos, vías judiciales y rol de la tripulación
Una vez configurada la asistencia, el buque asistente puede iniciar negociaciones para cobrar el salario correspondiente. Y si la empresa armadora decide no reclamar, la tripulación está habilitada a hacerlo.
Si no hay acuerdo, la normativa argentina prevé una instancia de mediación obligatoria y, en última instancia, la vía judicial, donde jueces y peritos navales deben determinar si los elementos del instituto se configuraron efectivamente.
El componente ambiental: un factor creciente
Aunque Argentina no ha ratificado el Convenio de Salvamento de Londres de 1989 –que introdujo criterios modernos en materia ambiental–, la Dra. Correa aseguró que la legislación interna y la Constitución ofrecen herramientas para exigir reparación por daños causados por contaminación o derrames.
Esto reviste especial importancia en ríos estrechos y sensibles como el Paraná y el Paraguay, donde el riesgo ambiental es permanente.
Los seguros marítimos y la avería gruesa: claves silenciosas detrás de cada asistencia
Uno de los puntos más técnicos desarrollados por la especialista fue el rol de los seguros marítimos. Muchas pólizas incluyen cláusulas específicas de asistencia y salvamento, pero no todas.
Cuando esta cláusula no existe, los costos pueden ser extremadamente elevados y recaer por completo sobre el armador.
A esto se suma la figura de la avería gruesa, que regula los gastos extraordinarios e intencionales destinados a preservar el bien común, y que incluye el pago del salario de asistencia.
“Es fundamental que las armadoras revisen sus pólizas y confirmen qué coberturas tienen incorporadas”, enfatizó la especialista.
Una herramienta indispensable para la Hidrovía Paraguay–Paraná
El tramo fluvial compartido entre Argentina, Paraguay y Brasil presenta condiciones muy particulares: zonas estrechas, oleaje corto, riesgos de varaduras, bancos móviles y una intensa circulación de convoyes.
En este contexto, la Asistencia y Salvamento no es una figura teórica, sino una herramienta operativa que preserva vidas y millones de dólares en bienes.
La ubicación del incidente determina además qué ley se aplica y qué jurisdicción interviene, por lo que el conocimiento técnico y jurídico es vital.

Un instituto jurídico con impacto directo en la seguridad y la economía
La entrevista con la abogada Marisol Correa evidenció que la Asistencia y Salvamento es mucho más que un concepto legal: es un mecanismo que fortalece la seguridad, promueve la cooperación, protege embarcaciones y reduce los impactos ambientales y económicos en una de las rutas fluviales más estratégicas del continente.
En una región donde la navegación es motor del comercio, la correcta interpretación y aplicación de este instituto se vuelve esencial para garantizar operaciones seguras, responsables y eficientes.








