Por Redacción | PFL MEDIA.
Un intenso operativo marítimo, terrestre y aéreo se desplegó en la noche del viernes en el Puerto de Los Ángeles, luego de que un incendio se desatara a bordo del buque portacontenedores One Henry Hudson, atracado en el Muelle 218.
Las llamas, que comenzaron alrededor de las 20:00, obligaron a la activación inmediata de un Mando Unificado que reunió a bomberos, Guardia Costera, Policía Portuaria y representantes del barco.
Hacia la tarde del sábado, las autoridades confirmaron que el fuego seguía confinado a una sola bodega del buque, aunque su extinción total continuaba siendo un desafío debido a la compleja estructura interna. Carlos Calvillo, jefe asistente del Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD), describió la escena inicial como “múltiples niveles subterráneos de difícil acceso”, lo que exigió una respuesta masiva y altamente coordinada.
Evacuación controlada hacia mar abierto
Como parte del plan de mitigación de riesgos, el One Henry Hudson fue remolcado mar adentro hasta una zona de fondeo localizada a una milla de la costa, cerca del faro Angel’s Gate. La maniobra comenzó alrededor de las 3:00 de la madrugada del sábado y culminó a las 4:43, cuando el buque logró anclar bajo la vigilancia de embarcaciones contra incendios de los puertos de Los Ángeles y Long Beach.
La Guardia Costera estableció una zona de seguridad de media milla náutica alrededor del buque. El capitán Jarrod DeWitz explicó que, además de asumir el control del tránsito marítimo, la agencia movilizó recursos adicionales de búsqueda y rescate y equipos para evaluar posibles daños estructurales y materiales peligrosos. “Nuestra prioridad fue mantener seguras a las cuadrillas y prevenir cualquier interrupción mayor en el puerto”, señaló.
Despliegue masivo y monitoreo ambiental
El operativo incluyó cerca de 200 bomberos, unidades de materiales peligrosos, equipos de rescate, recursos pesados, helicópteros y embarcaciones especializadas.
Técnicos de la Agencia de Protección Ambiental, el Departamento de Salud del Condado de Los Ángeles y personal del propio LAFD realizaron mediciones constantes de la calidad del aire.
Aunque los valores se mantuvieron dentro de parámetros normales, las autoridades optaron por emitir una orden preventiva de resguardo en interiores para los residentes de San Pedro y Wilmington durante la madrugada. La restricción fue levantada a las 6:30 de la mañana del sábado, una vez verificada la estabilidad de los niveles atmosféricos.
Tripulación a salvo y apoyo permanente
Representantes del buque confirmaron que los 23 tripulantes permanecieron ilesos. Varios de ellos participaron en las maniobras internas para contener el fuego y acompañaron el traslado del barco hacia mar abierto.
El capitán Daniel Cobos, del Departamento de Policía del Puerto de Los Ángeles, destacó que la rápida coordinación entre agencias fue determinante para evitar una emergencia mayor. “La contención inicial refleja el nivel de entrenamiento y cooperación operativa que mantenemos en incidentes de gran escala”, afirmó.
Operativo en curso
Hasta altas horas de la noche, las labores de extinción y salvamento continuaban bajo mando conjunto, con equipos especializados evaluando la integridad del casco y monitoreando cualquier posible reactivación del fuego.
El puerto permanece operativo, aunque con restricciones en el perímetro cercano al área de fondeo.
