Varios grupos de transporte marítimo suspenden de manera temporal la navegación por el canal de Suez.
Un buque cisterna, con al menos 25 personas a bordo, ha sido atacado hoy a su paso por el mar Rojo, según ha informado la empresa propietaria, la noruega Inventor Chemical Tankers, después de que la Marina británica alertara de dos nuevos «incidentes» que se han producido cerca del estrecho de Bab al Mandeb. El ataque ha sido reivindicado por los rebeldes chiíes hutíes.
En un comunicado, el portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, afirmó que el ataque se dio después de que sus tripulaciones «se negaran a responder a las llamadas» de las fuerzas navales de los insurgentes que, de acuerdo con la nota, «no dudarán en atacar cualquier barco que se dirija a puertos israelíes» a través del estrecho hasta que se traigan alimentos y medicinas que se «necesitan» en la Franja de Gaza.
La embarcación ha sido atacada por múltiples proyectiles, según informaron funcionarios estadounidenses a Reuters. El barco, que transporta aceites vegetales y se dirige a la isla de la Reunión, habría sido alcanzado por un objeto no identificado, pero ninguno de los tripulantes habría resultado herido. Sin embargo, sí ha sufrido daños el tanque de agua, lo que no ha impedido que el resto de los sistemas de la embarcación continúen funcionando con normalidad.
Los hutíes han arremetido contra varios barcos en la zona del mar Rojo en protesta por la ofensiva iniciada por Israel en Gaza tras el atentado de Hamas del pasado 7 de octubre. El movimiento asegura que tiene en el punto de mira a embarcaciones con vínculos con Israel. Sin embargo, la empresa noruega que ha sufrido el último ataque niega que tenga relación alguna con el país de Oriente Medio.
El goteo de incidentes que están sufriendo las embarcaciones de transporte marítimo en la zona ha llevado a varios conglomerados del sector a abandonar la ruta del canal de Suez, por la que pasa el 10% de los contenedores marítimos del mundo. Este es el caso de los grupos Maersk y Hapag-Lloyd, que anunciaron la suspensión temporal de la navegación por el canal de Suez y el mar Rojo después de que varios buques sufrieran ataques en los últimos días frente a las costas del Yemen. Otros grupos, entre ellos MSC y CMA CGM, secundaron también la decisión. «Estamos desviando algunos servicios a través del Cabo de Buena Esperanza, garantizando operaciones ininterrumpidas y seguras», indicó el coloso del transporte marítimo. La petrolera británica BP ha sido una de las últimas en sumarse a la medida, así como varias navieras chinas -Cosco, OOCL y Evergreen Marine-.
La ruta marítima del canal de Suez, que conduce al mar Rojo, es una vía fluvial vital para el comercio mundial, utilizada para transportar energía y otros bienes entre Europa y Asia, y otros lugares. La ruta ahorra tiempo y gastos al evitar tener que navegar por todo el continente africano.
Los hutíes han prometido continuar sus ataques hasta que Israel detenga su ofensiva contra Gaza, si bien admitieron que medidas reales para aliviar la crisis humanitaria en la Franja de Gaza contribuirían a «reducir la escalada». Por su parte, Estados Unidos está buscando una coalición para proteger los barcos en el mar Rojo y enviar una señal a los hutíes, que también han disparado drones y misiles contra Israel desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas en octubre.
Fuente: lavanguardia.com